lunes, 1 de septiembre de 2014

Habitantes de Durango queman a bruja transformada en lechuza



La Campana, Durango. — En un video difundido en redes sociales, se aprecia cuando un grupo de habitantes de la comunidad de La Campana, en el estado de Durango, queman las alas de una lechuza al acusarla de ser una bruja que había adoptado la forma del ave, para aterrorizar al pueblo y robarse un bebé.
En el video se aprecia cuando algunas mujeres le hablan a la lechuza, preguntándole “¿quién eres?”, pero la lechuza se negó a responder, presumiblemente para proteger su identidad. De inmediato aparecieron mensajes en contra de esta práctica cruel contra el animal, sin considerar si se trataba de una inocente ave, por lo que nos dimos a la tarea de investigar si en verdad se trataba de una bruja o sólo de la ya demasiado común ignorancia de un pueblo que basa prácticamente todas sus acciones en creencias inspiradas por la religión católica, ignorando todos los dictados de la razón y la inteligencia humana.
A nuestras preguntas, una vecina del poblado, cuya identidad nos pidió mantener en secreto, comentó: “Sí es una bruja, yo la vi mirándome desde una rama mientras amamantaba a mi bebé”; es común que las brujas se roben a los bebés para criarlos como propios pues ellas son estériles y no pueden tener hijos. Otros vecinos tenían opiniones similares: “Una lechuza de verdad no se comportaría retadora con las personas”, “mira sus ojos, son inteligentes, no inocentes como en las lechuzas de verdad”.
Para aclarar nuestras dudas, acudimos a la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente del estado de Durango, donde nos atendió su titular, Maximiliano Silerio Díaz, quien confirmó la versión de los pobladores: “Se trata en efecto de una bruja. Abundan en la región, pese a nuestros esfuerzos por exterminarlas”.

Se prevé que antes de que termine el año, se envíe al ejército a confrontar a las brujas, en espera de acabar con ellas o, por lo menos, de disminuir su influencia. “Estamos analizando si enviar al ejército para luchar contra ellas”, añadió Silerio Díaz, “o si permitiremos la creación de grupos de autodefensa en las comunidades de Durango”. Estos grupos, aunque no son reconocidos oficialmente, ya existen, y cuentan con alrededor de 75 sacerdotes católicos en sus filas, armados con crucifijos, agua bendita y estacas de madera, aunque no se sabe el efecto que éstas tengan en las brujas.
Los pobladores rezan para que en un lapso de máximo dos años, la población de brujas en el estado se reduzca al mínimo, y las desapariciones de bebés disminuyan o, incluso, desaparezcan de forma definitiva. Sólo falta esperar a ver si Dios escuchará los rezos y, de hacerlo, si le importarán o si, como hasta ahora ha sido, hará caso omiso de ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario